¿Quieres aprender a excitar a (practicamente) cualquier mujer en segundos?

Descarga dos videos gratuitos en los que te enseño cómo excitar a las mujeres fácil y rápidamente -> exitar a una mujer rapido.

lunes, 2 de febrero de 2015

Duda e incertidumbre: ¿estás seguro de querer seguir actuando tímidamente?

Dudar es una acción y en tanto que acción es del tipo que se realiza sobre otra acción. Uno puede dudar sobre comprar algo o sobre hablar con alguien de algo o sobre mover algo o intentar algo, etc.
La incertidumbre es un concepto que sirve para estimular nuestra consciencia de abstracción: nos recuerda que lo que sabemos es muy probable pero que siempre puede ocurrir algo completamente inesperado porque no lo sabemos todo. La incertidumbre es el inverso de la certidumbre, de la certeza, de qué tan seguro estás de algo… pero la certeza infinita no existe en la realidad, sólo existe en la mente de las personas que creen que ya no necesitan actualizar su modelo del mundo.
La incertidumbre es un concepto que surge de las ciencias y las ingenierías.

¿Qué tanto sabes sobre lo que sabes? Seguramente sabes más sobre algunas cosas y sabes menos sobre otras, obviamente.

El ser humano es muy interesante porque puede tener la certeza TOTAL de que algo no va a funcionar antes de intentarlo y dudar sobre si vale la pena intentar o probar algo que no le es familiar y eso termina haciendo que -por un lado- se cierra a toda experiencia relativa a eso que está seguro que no funcionará -lo que lo hace completamente ignorante del tema- y por otro lado, pretende un conocimiento total del tema al afirmar con certeza que eso no funcionará y justificando así la duda de cuya utilidad está tan seguro: es bueno dudar respecto a intentarlo o probarlo porque de todas maneras no va a funcionar.
De hecho es una habilidad que el ser humano desarrolla desde muy pequeño: es frecuente la situación en la que un niño sabe que un platillo no le va a gustar incluso antes de probarlo y está seguro de que no le va a gustar incluso si no lo ha probado. Pretende tener los conocimientos de un gourmet (que está muy familiarizado con el sabor de las cosas) cuando ni siquiera ha probado el platillo.

Mucha gente confunde duda e incertidumbre
Creen que no estar seguro de algo significa no poder actuar. Por el contrario, es posible (y frecuente) actuar para reducir la incertidumbre (se llama experimentar) y es la base de lo que se llama “descubrimiento”.
Quienes confunden duda e incertidumbre reducen su incertidumbre a través de la reflexión y de la experiencia de los demás (principalmente) hasta el punto en el que la incertidumbre (y la duda) son suficientemente pocas que se permiten a sí mismos actuar. 
Por ejemplo un cirujano (que tiene en sus manos la vida de su paciente) necesita practicar y equivocarse antes de poder tener un grado de certeza suficiente de que podrá realizar la operación. Un cirujano que sólo ha leído sobre la operación y que quizá sólo la haya visto o hablado sobre ella necesitará mucha más “experiencia” y probablemente tendrá muchas más dificultades que aquel que aprendió trabajando sobre cadáveres, maquetas, etc.

Cuando observamos al ser humano “normal”, vemos que con frecuencia tiene dudas sobre aquello que no le es familiar y con frecuencia tiene mucha certeza sobre esas dudas: el ser humano “normal” no se molesta en comprobar si “lo que se dice” es cierto antes de repetirlo o de actuar en consecuencia.
Y como resultado, el ser humano normal tiene creencias conflictivas y por lo general se contradice sin darse cuenta. Para poder mantener esas contradicciones (algo que podría parecer difícil sin esta reflexión previa) lo único que necesita hacer es “no hacer nada”.

En pocas palabras, para poder mantener esas contradicciones, lo único que hay que hacer es evitar las experiencias que pudieran ponerlas en evidencia y como esas experiencias se basan en aquello que no le es familiar, realmente lo único que necesita hacer el ser humano normal es seguir con su rutina, siempre y cuando no se presente una situación que se lo impida, podrá mantener sus contradicciones cómodamente, creyendo que sabe sobre algunos temas a la vez que evita las experiencias relativas a ellos.


A fin de cuentas, el ser humano normal tiene la certeza total de que su duda le es útil a pesar de que con frecuencia se da cuenta de que la duda le impide actuar con libertad.